Adicta a ti by Becca Ritchie

Adicta a ti by Becca Ritchie

autor:Becca Ritchie
La lengua: spa
Format: epub
editor: Penguin Random House Grupo Editorial España
publicado: 2023-03-02T04:39:06+00:00


Veinte minutos después, una vez el clímax ha quedado atrás, me siento estúpida por haber necesitado una pausa para el porno durante una sesión de estudio con mi profesor particular. La única justificación para mis actos, para no ponerme roja con un tomate, es recordar que no sería capaz de memorizar nada sin calmar antes mis compulsiones.

Me lavo las manos, cojo un Fizz light de la nevera de Lo y cierro la puerta con suavidad. En el pasillo, me llegan las voces de mi novio y de Connor. Me detengo junto a la pared.

—La B, sin duda —dice Lo—. La A, la C y la D no tienen sentido. —¿Está estudiando o habla de tallas de sujetador?

—Correcto. —Connor parece orgulloso, una reacción que yo no he logrado obtener de él. Están estudiando, no hay duda—. Buen trabajo. No se te da tan mal. Si no fueras tan vago, podrías estar al nivel de la media. —¿Al nivel de la media? Lo casi nunca habla de sus notas, pero pensaba que eran mejores.

—¿Crees que soy tan tonto que no me he dado cuenta de que me acabas de llamar idiota o es que simplemente te da igual? —pregunta Lo.

—La verdad es que me da igual.

—Ya… —masculla Lo. Me lo imagino con la frente arrugada, intentando comprender a Connor Cobalt y su honestidad brutal (y a veces inapropiada).

—Anoche, Lily estaba bastante preocupada. Malgastamos un montón de horas de estudio para buscarte. ¿Dónde estabas?

—Un momento —contesta incrédulo—. ¿La ayudaste a buscarme?

Yo reaccioné igual cuando se ofreció. Connor no parece consciente de que acompañar a alguien que apenas conoce a buscar a un novio borracho no es nada corriente.

—Sí. Te buscamos en la fiesta de colores fluorescentes del campus, pero no estabas. Me costó un par de pantalones. Las chicas siempre van a por el culo. No lo entiendo.

—Lily no intentó ligar con nadie, ¿no?

Debería herirme que no confíe del todo en mí, pero me alegro de que le preocupe mi fidelidad. Eso significa que le importa, y me animará a intentar ser fiel con más empeño.

—¿Por qué iba a hacer eso? Estáis juntos, ¿no?

—Sí, pero no hace mucho que empezamos. Estamos intentando superar algunas cosas. —Vaya, Lo no miente. ¿Es que Connor Cobalt tiene un polvo mágico de la verdad que espolvorea sobre la gente? O tal vez sea demasiado difícil mentir ante su honestidad brutal.

—Entonces ¿adónde fuiste? —insiste Connor.

—A un bar en esta misma calle.

Me gustaría pasarme otros veinte minutos con la antena puesta, pero necesito aprobar la asignatura. Recorro el resto del pasillo y entro en la cocina.

Lo se da la vuelta en el taburete. Tiene una cerveza en la mano. Cuando Connor se vuelve, veo que tiene una idéntica. ¿Puede beber mientras estudia? ¿Es un superhéroe o algo así?

—¿Te encuentras mejor? —pregunta Lo preocupado. Debe de haberle contado a Connor una mentirijilla.

—Puede que te sentara mal la cafeína —dice Connor—. Ocurre si no estás acostumbrada a mezclar café con Red Bull. Tendría que haber traído antiácidos.

Noto que se me encienden las orejas.



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